Al psicólogo le toca la difícil tarea de decir lo que no se desea escuchar. Por eso Carl Jung sostenía: "conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana".
La angustia (presión en el pecho), y distintos malestares psicofisiológicos, son una forma de manifestar con el cuerpo lo que no se pudo poner en palabras. Françoise Dolto, afirmaba que: "lo que una generación silencia, la siguiente la expresa en el cuerpo".
La falta de elaboración psicológica sobre lo que ha sido traumático, se manifiesta primariamente como una contradicción emocional, ya que a nivel consciente, no se quiere saber nada del conflicto que permanece activo en lo inconsciente. La "incoherencia" emocional, sostenida en el tiempo, se expresará en el cuerpo como enfermedad somática. Por ello es que se debe hacer consciente lo inconsciente.
